Un terrario eterno es un ecosistema sellado en el que distintos organismos y plantas coexisten en común sin necesidad de riego o fertilización .
Crear un terrario es una forma bonita, creativa e interesante para tener plantas en casa. Si estás buscando realizar una manualidad divertida que incluso puedes compartir con tus hijos, un terrario eterno es una excelente opción.
¿Qué es un terrario eterno?
Cuando se habla de terrario eterno se hace referencia a una colección de pequeñas plantas decorativas que crecen dentro de un recipiente cerrado.
El contenedor debe ser transparente para que les llegue la luz del sol y poder disfrutar de ellas. Además, tiene que tener una apertura lo suficientemente grande como para que se puedan introducir las plantas en su interior.
Un terrario eterno es un jardín en miniatura que funciona como un ecosistema vegetal autosuficiente.
¿El motivo? las plantas se riegan por sí solas gracias a la condensación y la transpiración del agua. De hecho, no es nada extraño que un terrario que esté sano pueda estar sin regar varios meses.
Cómo funciona un terrario eterno
Un terrario no es una ciencia exacta y, por tanto, puede necesitar un poco de ensayo y de error hasta que funcione a la perfección. De igual manera que el resto de los ecosistemas, pueden ser algo susceptibles a la temperatura o a los cambios de luz.
En cualquier caso, entender su funcionamiento es recordar la lección sobre el ciclo del carbono y el del agua.
El calor hace que la humedad de la tierra y de las plantas se evapore. El agua subirá a las superficies más frías del interior del recipiente (el techo). Por último, de igual forma que la lluvia, comenzará a gotear, regando nuestro jardín.
Este ciclo puede darse de forma infinita.
Por otro lado, el suelo es el encargado de proporcionar los nutrientes que necesitan las plantas y estos se van reponiendo según las plantas se van muriendo y se van descomponiendo en el suelo. Es por ello que, con el tiempo, no debes preocuparte de que algunas plantas de tu terrario fallezcan.
Cómo hacer un terrario eterno casero paso a paso
Si eres una de esas personas a las que les gusta siempre tener en casa alguna planta como decoración, una manera original de hacerlo es creando tu propio terrario en cristal.
Además, no tienes que preocuparte si no tienes demasiado tiempo para cuidar las plantas (o si eres de esos a los que se les mueren con facilidad), ya que no requiere apenas cuidados.
Materiales necesarios
- Grava. Vas a necesitar piedras que tengan un tamaño similar al de una canica, incluso algo más pequeñas. Puede ser interesante utilizar sustrato de acuario (ver en Amazon) o algo similar.
- Carbón. Asimismo, vas a tener que conseguir algunos trozos pequeños del carbón que se utiliza en las barbacoas. Aun así, será necesario que los rompas para que su tamaño sea lo más diminuto posible.
- Tierra. Dependiendo del recipiente que vayas a utilizar, vas a necesitar mayor o menor cantidad de tierra. Lo más aconsejable es que proceda de un área natural y que esté humedecida. Puede ser, por ejemplo, tierra de una huerta o de una zona natural cercana (siempre respetando el ecosistema de la zona). De esta forma, la tierra contendrá vida (algunos microorganismos) e incluso puedes encontrarte con algún invertebrado caminando por tu terrario.
- Plantas. Musgos, líquenes y plantas pequeñas que te gusten, amen el ambiente tropical y que no vayan a crecer demasiado. Si no sabés qué plantas utilizar en tu terrario, te recomendamos algunas.
- Decoración. Cortezas, piedras con musgo y palos pequeños son algunas de las opciones más utilizadas.
- Pulverizador. Para humedecer el tarro con agua y, si es posible, que esta no contenga cloro.
- Tarro de cristal. Puedes utilizar cualquier contenedor hermético que tengas por tu casa. Te recomiendo que, para empezar, utilices los tarros de mermelada, judías, garbanzos, etc. que tengas en tu casa y, así, le damos un segundo uso.
Cómo hacer un jardín eterno
1. Lo primero que debes hacer es echar en el tarro aproximadamente dos dedos de grava. Aunque, dependerá también del tamaño del recipiente. El objetivo de colocar el guijarro es para que se drene y el agua no encharque la tierra.
2. A continuación, agrega una fina capa de carbón activado. Su función será controlar los microorganismos que habitan en la tierra y que contribuyen a la descomposición. Aunque son necesarios para el correcto funcionamiento del ecosistema, no tiene que haber demasiados.
3. La tierra va a ser la siguiente capa que tienes que colocar. La cantidad en este caso va a depender de lo que quieras plantar. Lo ideal sería comenzar con líquenes y musgo, ya que son muy resistentes.
¡OJO! No olvides que hay que dejar espacio suficiente para el aire. Como el recipiente va a estar cerrado herméticamente, necesitará algo más de la mitad de su contenido con aire.
4. Coloca las plantas que hayas elegido. Después, agrega las ramas y las piedras con musgos que formarán parte de la decoración, ¡despliega toda tu creatividad!
5. Echa un poco de agua con ayuda de un pulverizador por los bordes del recipiente y ciérralo.
6. Durante unos días tendrás que ir revisando el tarro y fijarte si, durante la mañana y/o al caer la tarde, el cristal se empaña. Si lo hace en exceso, tendrás que pasar un paño para secar el agua. Si es poco y puedes ver sin problemas las plantas, significa que estará perfecto.
7. Cierra el tarro definitivamente con su tapa hermética. Si has escogido uno con una tapa de corcho, puedes sellarlo con la cera de una vela cuando hayan pasado unos días y veas que la humedad es la adecuada.
Es muy importante que coloques el jardín eterno en botella en un sitio en el que no reciba luz del sol directamente, pero sí que la luz que le llegue sea de calidad.
Jardín eterno DIY: Cómo hacer un jardín eterno
Otras curiosidades sobre los terrarios eternos
Qué plantas poner en un terrario cerrado
Las plantas que vayas a usar en el terrario de vidrio cerrado son las que van a marcar la diferencia en lo que se refiere a su mantenimiento.
No va a ser necesario una enorme variedad de especies para lograr un paisaje interesante, aunque sea en miniatura. Lo más importante va a ser que selecciones aquellas que compartan ciertos patrones en lo que se refiere a la luz, la temperatura o la humedad.
No debes escoger plantas que crezcan mucho, o muy rápido, para evitar tener que estar replantando continuamente especies que se adueñan de todo el espacio.
Los helechos y los musgos son plantas aptas para un terrario cerrado, así como la Pilea, las Peperomias y las Baby Tears, todas ellas plantas muy sencillas de cultivar dentro de los terrarios eternos.
Las epífitas exóticas también son una excelente opción, de igual manera que las mini violetas africanas y las orquídeas pequeñas, que además de ser plantas que adoran el ambiente de un terrario en botella, agregan un colorido a la escena espectacular.
Las crasas o suculentas son unas plantas que almacenan el agua en sus tallos, raíces y hojas, siendo igualmente perfectas para los jardines eternos en botella.
Cómo cuidar un terrario cerrado eterno
Esta manera tan divertida de crear un auténtico y diminuto jardín eterno, forma un ecosistema que apenas necesita mantenimiento.
Un jardín eterno en un frasco, con buenos cuidados, puede durar un tiempo indefinido si se le presta la atención correcta. Para ello lo principal es controlar su humedad e ir haciendo los ajustes que sean necesarios para que siempre esté perfecto.
Otras tareas que se tienen que realizar regularmente son: el trasplante, la poda, la limpieza del tarro, la eliminación del posible material muerto y del moho y, en algunas ocasiones, la fertilización.
Estas tareas deben realizarse con poca frecuencia. Dependiendo del crecimiento de las plantas, puede realizarse entre 6 meses y un año. Aunque algunos terrarios grandes, con microorganismos más complejos, pueden llegar a regularse solos.
La luz es otro punto fundamental que hay que tener en cuenta. Como hemos comentado, hay que mantenerlos alejados de la luz directa para que no se cree un efecto invernadero en el terrario.
Además, hay que tener un cuidado especial con los cambios de estación, puesto que estos pueden conseguir que la luz sea demasiado intensa o demasiado tenue. Para evitarlo, tendrás que ir moviendo el terrario en frasco de vidrio según lo consideres oportuno.
Si ves en el terrario cerrado, que las plantas se están poniendo feas, seguramente sea porque la luz que están recibiendo es muy débil.
En este caso, coloca el terrario en vidrio cerrado en un lugar con más luz y agrega una de crecimiento. Si compruebas que la luz viene de una única dirección, ve girando el terrario para que el crecimiento de sus plantas se produzca de una manera equilibrada.
A la hora de regarlo usa agua sin cloro y filtrada para que no se quemen las raíces de las plantas, ni se altere el equilibrio bacteriano. También puede ser buena el agua destilada. Esta reduce los depósitos minerales siendo una excelente opción.
Terrario eterno empañado
Dentro de un jardín eterno, como ya hemos dicho, el agua circula recreando el ciclo natural del agua. En el terrario se produce la condensación de agua que cae de manera continua en forma de gotas, regando la superficie.
Cuando el terrario cerrado ya se encuentra equilibrado, vas a poder comprobar cómo se van formando unas gotas de agua en la parte superior del tarro. En caso contrario, el cristal estará completamente transparente.
Un cristal que está empeñado va a indicar que en el sistema hay demasiada agua. Esto suele ser habitual en un terrario en botella de vidrio nuevo, pero también es algo que puede suceder en cualquier instante en el que se riegue demasiado.
La solución va a pasar por abrir el recipiente para que el aire exterior se encargue de reducir la humedad.
En el momento en que haya desaparecido la humedad, se debe volver a cerrar, aunque eso sí, con vigilancia.
Si notas que vuelve a aparecer algo de niebla, tendrás que abrirlo de nuevo y repetir el proceso hasta que notes gotas condensadas en la zona superior y el cristal esté completamente limpio.